Leonardo da Vinci es considerado como uno de los genios más grande de la historia, un hombre brillante y polifacético, de ingenio y talento universal, científico, inventor, artista, ingeniero, anatomista.
Además de sus célebres pinturas, Leonardo da Vinci dejó a la posteridad una enorme cantidad de cuadernos de notas «Códices») llenos de escritos y dibujos, en los cuales aparecen la fascinante actividad del hombre de ciencia, investigador curioso y de escritor.
Nació en 1452 en Vinci, en la Toscana de una Italia inexistente aún. Formado en Florencia, en el apogeo del Renacimiento Florentino, Leonardo da Vinci tuvo el extraordinario mérito de abordar problemas complejos y proyectos ambiciosos, persiguiendo sueños, haciéndolos realidad. Cambia la forma de ver las cosas , por eso puede ser innovador y nunca deja de aprender.
Estudiar y conocer a Leonardo da Vinci es adentrarse profundamente en el Humanismo del Renacimiento e integrar la historia es una manera de y reconstruir y entender su personaje contextualizándolo en los albores de la revolución científica que transformará la visión del mundo. La imprenta 1453. Copérnico y Giordano Bruno el cambio de paradigma al heliocentrismo. 1470. Colón y Américo Vespucio en 1492. Aparece un Nuevo Mundo.
Conversador hábil y afable, descrito por los historiadores como muy guapo, alto, bien vestido, incluso extravagantemente con ropa que él mismo diseñó, supo abarcar muchos géneros de interés humano.
Conocemos su biografía pictórica por Vasari, considerado el primer historiador del arte siglo XVI, que se dedicó a las vidas de los más grandes artistas vividos entre el siglo XIV y XVI. Es el que relata el cuadro de la Mona Lisa que estaba, con él, cuando lo visita en Francia, en el Castillo Clos Luce antes de morir. La más ambiciosa, producida y detallada de sus biografía es la de Walter Isacsson, un periodista del New York Times.
La obra de Leonardo, reveló su aptitud para combinar la imaginación y la observación. Desde que comienza en el taller de Verrocchio domina las diferentes disciplinas artísticas: la pintura, la escultura, la orfebrería y la arquitectura, para poder frecuentar las más importantes cortes italianas a las cuales solo los mejores artistas podían acceder.
Al parecer su época más estable la tuvo en Milán cuando Ludovico el Moro, le encarga trabajos que logró terminar como la famosa "Última cena" en el Convento de Santa María delle Grazie, donde Él, curiosamente, se presenta como excelente cantante y musico, llevando consigo una lira de oro y su arco, para tocar, además de ser el coreógrafo de las fiestas de la corte del Palacio Sforza. Una de ellas, para la celebración del matrimonio entre Gian Galeazzo Sforza y Isabella d’Este, es la Fiesta del Paraíso, en la cual los siete planetas en aquel tiempo conocidos giraban, interpretados por poetas que elogiaban la duquesa Isabella.
En este período será acompañado por Francesco Melzi que se volverá uno de sus alumnos más fieles, permaneciendo con él hasta su muerte en Amboise. Quien fue su heredero y posiblemente autor de su retrato.
Después de la muerte de Giuliano de Medici, Leonardo acepta la invitación del Rey de Francia Francisco I, que le confiere el encargo de diseñar su nueva residencia real.
Leonardo muere dicen que en brazos del rey, el 2 de mayo de 1519.
Aporta innovaciones importantes, profundizando y desarrollando los preceptos de la perspectiva, ya introducidos por su predecesores León Battista Alberti y Brunelleschi
Desarrolla la teoría de la perspectiva aérea, dibujando los objetos teniendo en cuenta el desenfoque de los objetos con la distancia y el cambio de sus colores. Sus paisajes son tan ricos en detalles que parecen fotografías, y le permite describir flores y plantas con una precisión digna de un tratado de botánica. Sus retratos no tiene lineas, su ténica es el sfumato (como el humo) e introduce el cambio de orientación del busto y de la cabeza con respecto al eje principal y al observador, que hacen que el dibujo sea únicamente dinámico y plástico, algo revolucionario para ese tiempo. Tambien les el que pinta el punto blanco en las pupilas de sus damas cosa que da mirada a sus cuadros.
Los resultados de sus estudios de anatomía y sobre las proporciones del cuerpo humano, que lo obsesionan por casi treinta años, se revelan muy valiosos cuando pinta los retratos que lo harán famoso en todo el mundo.
Sostiene así la necesidad de observar y retraer con exquisita atención las partes individuales, manos, brazos, ojos, y boca como medios capaces de comunicar los sentimientos.
Introduce el concepto de claroscuro y veladura, que son las técnicas que hacen tan vivos y verdaderos sus cuadros y que serán de ahora en adelante adoptadas por los grandes nombres del arte.
Leonardo da Vinci tiene el deseo insaciable de comprender y luego dibujar todo lo que ve, dedicándose la vida a explorarlo todo, incluido el cuerpo humano: «esta máquina perfecta». Mucho más complicado que sus máquinas hechas de engranajes, el cuerpo lo fascina, quiere entender qué hay dentro, cómo funciona y qué sucede cuando se detiene definitivamente.
Para estudiarlo, disecciona cuerpos, generalmente de hombres y mujeres sin familia o de los ejecutados, en el sótano de Santa Maria Nuova. Estudia y diseña sus huesos, venas y arterias, músculos y tendones, ojos y nervios.
Leonardo esperaba terminar para el invierno de 1510 el tratado de anatomía humana titulado «De figura humana», pero lamentablemente no lo consiguió, tras la muerte del profesor de anatomía de la Universidad de Pavía, Marcantonio della Torre, que tanto le había enseñado, Además, tuvo que suspender dichos estudios por ser acusado de «prácticas impropias».
Todos los hermosos y numerosos dibujos anatómicos de Leonardo da Vinci son propiedad de la Reina de Inglaterra, bien conservados en el Castillo de Windso